Nunca le encontraban trabajando las musas de Serrat,
Hacía mucho el humo estravagario en la esquina de algún bar,
En canciones, ritos, fraternos, femeninos y plurales
Los bemoles pa soñar.
Nunca le pillaban ensayando los ritmos sin cuadrar,
Hace frío si no te desnudas,
Escribía pa quererte,
Para poderte cantar.
Se gustaba arriba de escenarios,
Poderoso y tabernario
Y en la caja de Pandora
Una flor de lupanar.
Se gustaba así de chovinista
Con la máscara de artista
Y el Asturias pa cerrar.
Ahogado en el logo de sus corbata,
Por la acera de mi calle con veinte años de más,
Con razones marketineras, estrategias y mercados,
Alopecia y prozac.
Ni rastro de la barba de días,
De aquellas letras con tierra,
Del rojo libanés de unos labios,
Del azul libertario de unos pechos de alquiler.
Cantando lo que rezan las putas
Olvidó el disfraz de okupa
La libreta con quimeras
De trovador de las aceras.
No tienen mail las ilusiones
No hay la opción de restaurar
Ni camellos en el Paraguas
Para darte de fumar.
Están sobadas las palabras
Los boleros con desgana
El socialismo de salón,
Las cicatrices en el alma.
Cicatrices en el alma.